GRA-CIAS por este texto. Totalmente de acuerdo.Que Los "creativos" publicitarios busquen sus cortes de pelo en Pinterest y sus looks de boda en galería de imágenes de bodas ajenas ..... Que las fotos de los Instagrams tengan los mismos tatuajes rojos, los videoclips llenos de power Rangers no es originalidad. No es crear. Apostemos por la singularidad y abandonemos esa necesidad de vender ser artista sin ser artista. Si eres feliz no vendas ser triste. No vendas simplemente sé y deslumbra al mundo.La maravilla de observarnos entre nosotros cada uno de su padre y de su madre sería un acto tan genial cómo el de disfrutar de un buen documental en la selva tropical. 🙃💝
Muchas gracias, Nuria. Yo creo que solo hay que mirarse un poco y conocerse bien (que no es poca cosa) para darnos cuenta de que todos somos especiales y singulares. Confrontar eso con la «homogeneización» del mundo es difícil, pero seguro que a la larga nos hace más felices.
Este es uno de mis temas fetiche, enlazado un poco con lo que hablábamos hace poco sobre hacer cosas "inútiles" o sin propósito. Tengo muy claro que, además de ser trabajadora soy otras cosas, sin desmerecer que me guste o sea buena en mi trabajo. No hay nada en este texto que no firmaría ahora mismo 😉 Me genera mucha curiosidad eso del libro de arqueología, aunque comprendo que hablar del tema es romper el anonimato, pero suena a un Emi interesante también.
Hablaba Terrés ayer en Traveler sobre la importancia de "Vivir más pendiente del yo imaginado que del yo que realmente te habita, cuidar a tu avatar más que ti mismo: ese es el verdadero despropósito"
y hablaba yo hace dos de «Somos la cara y la cruz, la moneda enterita para bien y para mal.» que tanto me gustó que te gustara. Y ahora tú con tu "No hay duda al respecto: soy todos ellos y aun más. la vuelta a la individualidad y entender lo que nos rodea"
Y jo, a mi me pone de buen humor ver que, aunque el acto de creación no tenga otra cosa por objeto que expresarse, nos obliga a mirar, a mirar hacia dentro y de alguna forma a rescatar esos trocitos de lo más genuino que somos. Me flipa y me ha encantado tu reflexión.
Me arropa mucho cuando hay semanas en las que todos rondamos las mismas ideas sin ni siquiera haberlo hablado antes. Hace que el aire huela a cambio, a pausa a reflexión de la buena para ir por el buen camino.
Muy bonito el artículo de Jesús Terrés; que hayas pensado en él para comparar mi texto de esta semana es un honor… ¡y una pasada!
La verdad es que nunca deja de sorprenderme esa serendipia (o casualidad, porque «serendipia» suena un poco esnob) que lleva a que varias personas hablen o piensen sobre algo al mismo tiempo. Aunque, pensándolo bien, quizá no sea tan extraño, después de todo, puesto que nos hemos leído entre nosotros y tal vez se han activado minúsculas conexiones en nuestros cerebros que provocan esos pensamientos sobre el yo, la personalidad, la conciencia, la individualidad y la creatividad.
Lo que más me está gustando de esta experiencia «newsletter», tanto escribiendo como leyendo (y descubriendo gente como tú), es justamente eso: vislumbrar destellos de ese yo que está ahí, pero que no siempre asoma; ese yo que se disfraza, que rehúye exponerse, pero que es el auténtico, el genuino. Gracias a otras cartas, como las tuyas, las de Jesús o las de otra (tanta) gente, descubro que esa preocupación, o curiosidad, por lo que nos construye, nos define o nos motiva es universal. Y que las vías para explorar esa imagen son tan múltiples y creativas como tantas personas se ocupan de ello.
Me alegro mucho de que mi humilde aportación a esa búsqueda te haya gustado y espero que, de alguna manera, también te haya ayudado a abrir una ventanita a esa Claudia interior. Por supuesto, nos seguiremos leyendo para seguir conociéndonos un poquito mejor… y disfrutando el viaje. ¡Buen verano!
GRA-CIAS por este texto. Totalmente de acuerdo.Que Los "creativos" publicitarios busquen sus cortes de pelo en Pinterest y sus looks de boda en galería de imágenes de bodas ajenas ..... Que las fotos de los Instagrams tengan los mismos tatuajes rojos, los videoclips llenos de power Rangers no es originalidad. No es crear. Apostemos por la singularidad y abandonemos esa necesidad de vender ser artista sin ser artista. Si eres feliz no vendas ser triste. No vendas simplemente sé y deslumbra al mundo.La maravilla de observarnos entre nosotros cada uno de su padre y de su madre sería un acto tan genial cómo el de disfrutar de un buen documental en la selva tropical. 🙃💝
Muchas gracias, Nuria. Yo creo que solo hay que mirarse un poco y conocerse bien (que no es poca cosa) para darnos cuenta de que todos somos especiales y singulares. Confrontar eso con la «homogeneización» del mundo es difícil, pero seguro que a la larga nos hace más felices.
Gracias por pasarte a comentar.
Este es uno de mis temas fetiche, enlazado un poco con lo que hablábamos hace poco sobre hacer cosas "inútiles" o sin propósito. Tengo muy claro que, además de ser trabajadora soy otras cosas, sin desmerecer que me guste o sea buena en mi trabajo. No hay nada en este texto que no firmaría ahora mismo 😉 Me genera mucha curiosidad eso del libro de arqueología, aunque comprendo que hablar del tema es romper el anonimato, pero suena a un Emi interesante también.
Hablaba Terrés ayer en Traveler sobre la importancia de "Vivir más pendiente del yo imaginado que del yo que realmente te habita, cuidar a tu avatar más que ti mismo: ese es el verdadero despropósito"
(Te dejo el link : https://www.traveler.es/articulos/despropositos-el-yo-imaginado)
y hablaba yo hace dos de «Somos la cara y la cruz, la moneda enterita para bien y para mal.» que tanto me gustó que te gustara. Y ahora tú con tu "No hay duda al respecto: soy todos ellos y aun más. la vuelta a la individualidad y entender lo que nos rodea"
Y jo, a mi me pone de buen humor ver que, aunque el acto de creación no tenga otra cosa por objeto que expresarse, nos obliga a mirar, a mirar hacia dentro y de alguna forma a rescatar esos trocitos de lo más genuino que somos. Me flipa y me ha encantado tu reflexión.
Me arropa mucho cuando hay semanas en las que todos rondamos las mismas ideas sin ni siquiera haberlo hablado antes. Hace que el aire huela a cambio, a pausa a reflexión de la buena para ir por el buen camino.
Enhorabuena Emi.
Muy bonito el artículo de Jesús Terrés; que hayas pensado en él para comparar mi texto de esta semana es un honor… ¡y una pasada!
La verdad es que nunca deja de sorprenderme esa serendipia (o casualidad, porque «serendipia» suena un poco esnob) que lleva a que varias personas hablen o piensen sobre algo al mismo tiempo. Aunque, pensándolo bien, quizá no sea tan extraño, después de todo, puesto que nos hemos leído entre nosotros y tal vez se han activado minúsculas conexiones en nuestros cerebros que provocan esos pensamientos sobre el yo, la personalidad, la conciencia, la individualidad y la creatividad.
Lo que más me está gustando de esta experiencia «newsletter», tanto escribiendo como leyendo (y descubriendo gente como tú), es justamente eso: vislumbrar destellos de ese yo que está ahí, pero que no siempre asoma; ese yo que se disfraza, que rehúye exponerse, pero que es el auténtico, el genuino. Gracias a otras cartas, como las tuyas, las de Jesús o las de otra (tanta) gente, descubro que esa preocupación, o curiosidad, por lo que nos construye, nos define o nos motiva es universal. Y que las vías para explorar esa imagen son tan múltiples y creativas como tantas personas se ocupan de ello.
Me alegro mucho de que mi humilde aportación a esa búsqueda te haya gustado y espero que, de alguna manera, también te haya ayudado a abrir una ventanita a esa Claudia interior. Por supuesto, nos seguiremos leyendo para seguir conociéndonos un poquito mejor… y disfrutando el viaje. ¡Buen verano!