"sucedáneos vanidosos de realidad", gran descripción de la esencia del efecto pernicioso de dejarnos llevar por la apariencia. En la "era de la imagen" cuenta más la apariencia que la estructura. La era de la imagen empezó en el Renacimiento y con la digitalización ha llegado a su paroxismo. Lo que no ha impedido, más bien ha fomentado, que los dislates del yo se sigan sin resolver.
"sucedáneos vanidosos de realidad", gran descripción de la esencia del efecto pernicioso de dejarnos llevar por la apariencia. En la "era de la imagen" cuenta más la apariencia que la estructura. La era de la imagen empezó en el Renacimiento y con la digitalización ha llegado a su paroxismo. Lo que no ha impedido, más bien ha fomentado, que los dislates del yo se sigan sin resolver.