La fascinación por el mal no es una cosa nueva, siempre nos ha atraído la violencia y el sufrimiento. Es una de las experiencias de mayor carga emocional que existen. Los romanos ya iban a los coliseos a ver a gente pelearse hasta la muerte. En países de Oriente Medio, aún hoy día, la gente se desplaza grandes distancias para ver cómo cuelgan a gente en plazas. Lo que sí es nuevo es la forma de presentarlo: series, libros, películas en las que vemos con mucho detalle el nacimiento del mal, que es algo que siempre hemos querido entender.
Dentro de un ámbito de ficción estamos protegidos y no sufrimos daño o no somos castigados por lo que sucede en ella. Con las series podemos jugar con nuestro propio morbo y llevarlo al límite. Nos permiten vivir o sufrir la muerte a distancia.
En definitiva, buscamos entender la naturaleza humana, que nos parece fascinante, incomprensible muy a menudo.
Pablo Malo, escribió sobre la atracción de las mujeres por hombres asesinos. Resulta muy interesante:
Así es, Cuca. La fascinación está siempre ahí, por eso me interesaba reflexionar sobre las razones que nos impulsan hacia ella. Creo que no siempre estamos tan «protegidos» como pudiera parecer, ya que hay consideraciones irracionales que, de diferentes formas, pueden llegar a afectar nuestra percepción sobre la realidad, los hechos, las ideas y las decisiones.
La fascinación por el mal no es una cosa nueva, siempre nos ha atraído la violencia y el sufrimiento. Es una de las experiencias de mayor carga emocional que existen. Los romanos ya iban a los coliseos a ver a gente pelearse hasta la muerte. En países de Oriente Medio, aún hoy día, la gente se desplaza grandes distancias para ver cómo cuelgan a gente en plazas. Lo que sí es nuevo es la forma de presentarlo: series, libros, películas en las que vemos con mucho detalle el nacimiento del mal, que es algo que siempre hemos querido entender.
Dentro de un ámbito de ficción estamos protegidos y no sufrimos daño o no somos castigados por lo que sucede en ella. Con las series podemos jugar con nuestro propio morbo y llevarlo al límite. Nos permiten vivir o sufrir la muerte a distancia.
En definitiva, buscamos entender la naturaleza humana, que nos parece fascinante, incomprensible muy a menudo.
Pablo Malo, escribió sobre la atracción de las mujeres por hombres asesinos. Resulta muy interesante:
https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2017/10/mujeres-que-aman-hombres-que-matan.html
Así es, Cuca. La fascinación está siempre ahí, por eso me interesaba reflexionar sobre las razones que nos impulsan hacia ella. Creo que no siempre estamos tan «protegidos» como pudiera parecer, ya que hay consideraciones irracionales que, de diferentes formas, pueden llegar a afectar nuestra percepción sobre la realidad, los hechos, las ideas y las decisiones.
Después de leer este post, me siento un poco menos mal por tener a Bellatrix Lestrange como mi personaje favorito de la saga Harry Potter 😌
Hay que saber por qué nos atraen estos personajes, desde luego. En la newsletter doy algunas teorías, pero ya me han llegado alternativas.
Me alegro de que te haya gustado.