Cuando somos niños experimentamos un mundo que nos es dado, razón por la que actuamos sin responsabilidades ni represalias; cuando somos adolescentes cuestionamos el orden y los principios, en una transición a la madurez de la adultez, en la que participamos de la creación del mundo. Muy interesante tus reflexiones, Emi. Lo de autonomía y responsabilidad indudablemente tiene mucho de Existencialismo francés: la libertad y el proyecto permanente que somos van de la mano con la influencia (de) y los efectos (sobre) el resto.
Hola Emi. Me ha gustado mucho tu publicación, pero no he entendido muy bien la cita sobre el aburrimiento. En varios libros de psicología he leído que el aburrimiento es necesario pues es la manera más sana y efectiva de que los niños desarrollen su creatividad, que estudien otras alternativas.
Con respecto al tema de la frustración es cierto que hoy en día parece no tener cabida. Que es algo malo. Creo que es estupendo sacar el tema a debate porque la frustración nos encamina de alguna manera a la madurez.
Con respecto al aburrimiento, el libro de Josefa Ros explica muy bien las diferentes perspectivas al respecto. Puede considerarse una patología si se extiende en el tiempo y/o es derivado de un «mal uso» de nuestro tiempo; de ahí que la experiencia pueda ser diferente en función de esos (y algunos otros) factores. Creo recordar que Máximo Gavete, en su newsletter «Honos», tiene una edición hablando de ello.
Y, sí, estoy de acuerdo en tu mirada sobre la frustración. De manera parecida a lo que ocurre con el aburrimiento, la forma de gestionarla puede depararnos un mejor conocimiento de nosotros mismos y ayudarnos a comprender mejor el entorno.
Muchas gracias por el aporte y por pasarte a comentar.
Cuando somos niños experimentamos un mundo que nos es dado, razón por la que actuamos sin responsabilidades ni represalias; cuando somos adolescentes cuestionamos el orden y los principios, en una transición a la madurez de la adultez, en la que participamos de la creación del mundo. Muy interesante tus reflexiones, Emi. Lo de autonomía y responsabilidad indudablemente tiene mucho de Existencialismo francés: la libertad y el proyecto permanente que somos van de la mano con la influencia (de) y los efectos (sobre) el resto.
Gracias, Daniel. Lees mis newsletters con mucha más perspicacia de lo que yo las escribo.
Hola Emi. Me ha gustado mucho tu publicación, pero no he entendido muy bien la cita sobre el aburrimiento. En varios libros de psicología he leído que el aburrimiento es necesario pues es la manera más sana y efectiva de que los niños desarrollen su creatividad, que estudien otras alternativas.
Con respecto al tema de la frustración es cierto que hoy en día parece no tener cabida. Que es algo malo. Creo que es estupendo sacar el tema a debate porque la frustración nos encamina de alguna manera a la madurez.
Un abrazo!
Con respecto al aburrimiento, el libro de Josefa Ros explica muy bien las diferentes perspectivas al respecto. Puede considerarse una patología si se extiende en el tiempo y/o es derivado de un «mal uso» de nuestro tiempo; de ahí que la experiencia pueda ser diferente en función de esos (y algunos otros) factores. Creo recordar que Máximo Gavete, en su newsletter «Honos», tiene una edición hablando de ello.
Y, sí, estoy de acuerdo en tu mirada sobre la frustración. De manera parecida a lo que ocurre con el aburrimiento, la forma de gestionarla puede depararnos un mejor conocimiento de nosotros mismos y ayudarnos a comprender mejor el entorno.
Muchas gracias por el aporte y por pasarte a comentar.