Discusión sobre este post

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Avatar de Cuca Casado

Me hiciste recordar lo que Dante dijo sobre el dolor:

"Quien sabe de dolor todo lo sabe".

Gracias por compartir tu desazón con la cursilería del "si quieres puedes" que está instalada en la sociedad de estos tiempos. Gracias por hacerme recordar que es vital transitar los escollos de la vida, así como aceptar que nos atraviesa la misma.

Abrazos.

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Coincido con la reflexión general y aquello que criticas: es evidente que hay que operar en aquello que no anda cómo debiera o nos gustaría para modificar sus efectos, pues si no lo hacemos, los efectos seguirán ahí. La técnica del avestruz no es muy recomendable.

También coincido con la utilidad del dolor, es más, creo que es de vital importancia observar qué nos agrada y desagrada para adecuarnos a cómo somos ahora; pero analizando la utilidad de nuestras preferencias y sabiendo que son susceptibles de cambio. No tiene sentido cambiar aquello que no hace mal, pero sí lo tiene cambiar lo qué hiere. Cambiar a un mayor bien puede ser recomendable, pero no cómo el burro que persigue zanahorias que degustará una vez muerto.

Finalmente, en los deberes morales, es evidente que uno debe asumir cierto dolor por el bien de otro.

No obstante, y por dar la tabarra un rato, me gustaría añadir que partes de un presupuesto que es discutible. Asumes el concepto de problema como algo dado "ahí fuera", real y definido, pero: ¿a qué aplicamos esa noción?

Si la aplicamos a un impedimento técnico para alcanzar un fin o desarrollar una actividad, como un obstáculo que nos impide avanzar o la necesidad de enyesar un brazo roto, me parece bien y obvio.

Me parece que aplicas la misma noción a instrumental a otros aspectos de la vida, tales como la enfermedad de un ser querido, el no sentirse "realizado" (nunca le vi utilidad al concepto) o, más en general, no poder satisfacer algunos deseos.

Entonces, problema es sólo aquello que impide la realización de cierta finalidad. La cuestión siguiente es obvia: ¿qué finalidades deberían preocuparnos?

Porqué, en función del fin, habrá problema; y sin el fin, habrá un mero suceso más (del cuál, en la mayoría de ocasiones, no nos daremos ni cuenta). Que cada cuál juzgue sus fines, pero me atrevo a sugerir una doble distinción para evaluar las cosas: necesidades/deseos y carencias/beneficios. Quizás se entienda mejor si añadimos una tercera distinción que entronca con tu artículo sobre el perfeccionamiento: en acto y en potencia.

La vida tiene muy pocos problemas; o mejor, la vida puede (y debería) tener muy pocos problemas. Visto así, tirarse los "problemas" a la espalda es un sabio consejo, siempre y cuando se añada que lo es porqué no son problemas y que tal juicio debe realizarse con cabeza. Tus artículos semanales y las reflexiones que suscitan hacen mejores los viernes; espero que su ausencia no se convierta en un "problema" para mí.

Saludos,

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