Discusión sobre este post

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Avatar de Javier Sierra

Has puesto palabras a algo que la mayoría intenta enterrar bajo capas de distracción y prisa: la certeza de nuestra finitud, de nuestra fragilidad esencial.

Me parece profundamente cierto que es en ese momento en que los roles se invierten —cuando cuidamos a quienes nos cuidaron— cuando la vida se desnuda con una honestidad brutal. No somos más que accidentes del tiempo, y es en la consciencia de esa precariedad donde, paradójicamente, descubrimos la auténtica fuerza de vivir.

Me resuena mucho esa idea de que la fragilidad no sólo es una herida, sino también una maestra. Una llamada constante a salir del cinismo, de la indiferencia, de la vida superficial que tantos llevamos sin darnos cuenta. Afrontar el dolor, acompañarlo, no es sino un acto radical de presencia: de no huir, de estar.

Gracias por recordarlo con tanta lucidez. Por recordarnos que en el temblor de unas manos, en la súplica de una mirada, en la lenta y dolorosa aceptación de lo inevitable, también está la semilla de una vida más plena, más consciente, más humana.

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Avatar de Jaime Blanco

Caramba Emi. No sé cómo lo haces pero, cada poco, tienes el don de tocarme los sentimientos... y dejarlos a flor de piel.

Tu carta de hoy me ha tocado el corazón con una precisión dolorosamente hermosa. Se acerca el aniversario de la muerte de mi padre y, al leer estas líneas, he sentido como si alguien hubiese puesto palabras a lo que aun no sé nombrar del todo.

Porque sí, en su fragilidad final —esa que llegó sin avisar, con su torpeza santa, con su dignidad quebrada— encontré algo parecido a una verdad. No fue una revelación solemne, sino una certeza inconmensurable. Lo vi temblar, lo escuché dudar, lo sentí alejarse poco a poco… y en cada gesto torpe, en cada mirada ida, descubrí la hondura de la existencia.

Mi padre ya no está. Pero aun habita en esa parte de mí que aprendió a sostener lo que tiembla. A no hacerme el valiente ante lo inevitable. Quizá es eso lo que me queda: la certidumbre de que la fragilidad —lejos de ser el final de todo— es también el comienzo de una comprensión más honda, más humana, más limpia.

Gracias por estar Emi. Hoy, más que nunca, me reconcilias con el temblor. 🤗

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