En este océano de ideas, intereses y estilos que es Substack, he encontrado algunos autores que tienen mucho que decir y que consiguen hacerlo de una forma clara, sugerente y adictiva.
es un exponente de ello, ya que en su newsletter ofrece textos que nos incitan a pensar, a reflexionar y, en muchos casos, también a actuar.Fruto de este interés nace esta colaboración cruzada entre nosotros sobre un tema apasionante: cómo nace la creatividad. Así que hoy él será el encargado de publicar en Auto(des)conocimiento un texto muy interesante sobre esta idea, mientras que mi artículo aparece en su «casa virtual»,
.Espero que disfrutes de la mirada de
sobre el asunto. Vamos allá.Muchos piensan que la creatividad es algo con lo que se nace: o se tiene o no se tiene.
Lo cierto es que la creatividad es un hábito y se puede entrenar.
Un poco de historia
La idea de creatividad no es un concepto tan antiguo ni universal como parece.
En la Grecia clásica, no existía término para “crear”, solo se usaba “poiein” y era para hablar de poesía. De ahí viene “poetas” (“poietes”). Platón rechazaba la idea de que los artistas "creasen", decía que solo imitaban (Tatarkiewicz, 1980).
Crear de la nada era cosa de dioses, por eso tenían a las musas, las mediadoras entre dioses y mortales que visitaban a humanos para revelarles ideas (Pritzker, 1999).
El concepto actual de creatividad comenzó en el Renacimiento, cuando la creación se percibía como el resultado de la genialidad humana (Albert & Runco, 1999).
Qué es la creatividad
Como decía, no es innata, es solo una conducta, una forma de actuar.
La creatividad es la asociación de estímulos o elementos que previamente no estaban asociados. Así que si nos habituamos a unir conceptos, nos habitaremos a ser creativos. Esto aplica a nivel artístico y en general.
Según Cyert & March, (1963) estas son las 3 conductas que estimulan la creatividad:
1. Observar y cuestionar:
Crea el hábito de analizar tu entorno y buscar alternativas a objetos y situaciones que ya conoces. Analiza cómo tú y los demás interactuáis con el entorno. Esto queda muy teórico, veámoslo con algunos ejemplos:
Cadena de montaje de Ford: Ford unió dos conceptos previos: el proceso de fabricación de vehículos tradicional + nuevas máquinas usadas en fábricas.
El cubismo: Este estilo pictórico tenía como característica más original haber abandonado la perspectiva del dibujo para representar las formas mediante figuras geométricas desde varias perspectivas en simultáneo. Nuevamente sucede: geometría + realidad.
2. Probar las ideas:
Cuando tengas ideas, hazlas realidad y analiza el resultado. Comparte tu idea y escucha opiniones. Las personas creativas están en constante iteración, no se limitan y exploran más allá. Hay infinitos ejemplos, todo artista prueba cada vez que crea.
Dos cuadros de Picasso. ¿Se parecen?
40 años de diferencia entre un cuadro y otro.
40 años probando ideas, explorando y observando qué dice el público.
Esa es la clave.
3. Tolerar el rechazo:
Tendemos a valorar más la pérdida de algo que ya tenemos que la posible ganancia de algo nuevo. Esto se llama “aversión a la pérdida” (Kahneman et al., 1991).
Siguiendo el ejemplo de Picasso: el arte vanguardista tuvo mala recepción inicial, nadie lo entendía.
Esto decía Ortega y Gasset: "Si alguien tras ver las salas de la exposición dijese: «Esto no es nada, aquí no hay un arte», yo le diría: «Tiene usted razón, esto no es todavía arte. Pero, ¿quiere usted decirme qué cosa es mejor que intentar? Si usted tuviese 25 años y una docena de pinceles en la mano, ¿qué haría?»."
Entiende que aunque tengas buenas ideas, puede tardar tiempo en brillar.
4 sesgos que dificultan la creatividad
Usaremos en esta sección el libro Decídete, de Chip y Dan Heath (2014). Un libro muy recomendable si quieres investigar más a fondo.
1. Considerar pocas opciones
Muchas veces pensamos en binario (sí/no) y otras veces decidimos demasiado rápido.
Sucede porque estás pensando en “sistema 1” (Kahneman, 2012). Es decir: piensas rápido solo para buscar una idea o solución cuanto antes y para ello te basas en lo más rápido recuerdas y más veces te ha funcionado.
Tener pocas opciones provoca una fuerte insatisfacción con el resultado final porque sientes que desaprovechaste tu potencial.
2. Sesgo de confirmación
Tendemos a buscar información que confirme nuestras creencias y a infravalorar la información que las cuestione. Corres el riesgo de enamorarte de tu idea y ser incapaz de vez puntos mejorables o defectos.
3. Las emociones
Nos acomodarnos a ideas que nos hacen sentir bien y que ya funcionan porque nos incomoda la incertidumbre. El riesgo de que la idea fracase públicamente o el cansancio que supone adaptarse a lo nuevo son emociones que frenan la creatividad.
4. Confianza excesiva en la perspectiva propia
Me hace reír la expresión de “pensar fuera de la caja” porque es imposible.
Tú eres la caja, tu cerebro es la caja que has llenado con tu vida. Siempre que imaginas, lo haces según tus conocimientos previos. No podemos salir de la caja, como mucho podemos asomarnos afuera con las técnicas que ahora veremos.

4 técnicas para aumentar la creatividad
Es hora de aniquilar los sesgos que limitan nuestra creatividad.
1. Supresión de opciones
No te conforme con las primeras ideas, añade restricciones y desafía tu idea inicial.
Imaginemos que nuestra premisa inicial es escribir una novela de misterio sobre un detective que resuelve un caso de asesinato en una ciudad pequeña.
Restricción: No tener un detective como protagonista: En lugar de un detective, será un bibliotecario aficionado a los enigmas. El personaje utiliza su vasto conocimiento y habilidades deductivas para resolver el caso, lo que ofrece una fresca innovación en el género de misterio.
Restricción: No ambientar la novela en una ciudad pequeña: Ambientar la novela en una colonia espacial en el futuro. Añades un elemento de ciencia ficción y variables creativas como la influencia de la gravedad, días que no son de 24 horas, explorar una sociedad diferente, etc.
2. Técnica del tanteo
Inicia la nueva idea sin dejar la que actualmente funciona. Mantén durante un tiempo ambas y si la nueva no funciona, vuelve a llevar en paralelo la idea que funciona y otra nueva idea. Sigamos con el ejemplo de la novela de un crimen:
Lleva ambas ideas en paralelo:
Idea 1: El detective en una ciudad pequeña.
Idea 2: Bibliotecario en una colonia espacial.
Evalúa: Cuando tengas suficiente material, comparte ambas versiones con amigos y otros escritores para obtener retroalimentación y ver cuál es mejor.
Tómate tu tiempo en analizar qué funciona y qué no de ambas ideas.
Decídete: Si la versión del bibliotecario en la colonia espacial recibe mejores comentarios y parece tener más potencial, siempre que avanzas con ambas en paralelo, entonces abandona la idea antigua.
3. Técnica del abogado del diablo
Consigue a alguien (el "abogado del diablo") que critique tu idea y busca activamente información que contradiga tus creencias.
Cuestionar la creencia:
Creencia: "Una novela de misterio sobre un detective en una ciudad pequeña es buena idea y tendrá éxito."
Críticas:
"Las novelas de detectives en ciudades son clichés y poco originales."
"El mercado está saturado de este tipo de historias, y es difícil destacar."
"Deberías crear un entorno o protagonista más original"
Busca evidencia contraria
¿Cuántas novelas recientes con una premisa similar han tenido éxito?
Lee análisis de novelas de este tipo para ver debilidades y puntos en común.
Evaluar la información y decídete: Ya tendrás motivos para escoger una idea u otra. Quizá lo que pensaste que era una gran idea no tenía potencial.
4. Técnica del comparación de alternativas
Compara las ideas que has tenido y encuentra qué condiciones harían que cada idea tuviese éxito. Continuando con el ejemplo de la novela:
Buscar más opciones:
Opción 1: Un bibliotecario en una colonia espacial del futuro que resuelve un misterio relacionado con la desaparición de un objeto invaluable.
Opción 2: Un periodista en una metrópolis moderna que descubre una conspiración mientras investiga un asesinato.
Encontrar las condiciones del éxito:
¿Qué condiciones harían mejor la opción de la colonia espacial?
Creciente interés en la ciencia ficción: ¿Podría la ambientación futurista atraer a un público que busca algo nuevo en el género de misterio?
Una mezcla nunca vista: ¿Ofrece la colonia espacial elementos para desarrollar una trama original en comparación con una ciudad pequeña?
¿Qué condiciones harían mejor la opción del periodista en la metrópolis?
Creciente preocupación social por el mundo actual: ¿Puede la ambientación moderna y urbana atraer a lectores interesados en temas contemporáneos y problemas sociales actuales?
Una crítica social: ¿Permite la metrópolis una trama capaz de hacer reflexionar al lector sobre el mundo actual?
Así es como piensas fuera de la caja, o al menos te asomas afuera de ella.
Este texto es ejemplo de lo que acabo de contarte: Uní conceptos que conocía, nuevos que investigué y colaboré con Emi para hacer algo original.
💭 Te toca a ti: ¿Pensabas que no eras creativo? ¿Realizabas estas conductas y técnicas para ser creativo? Pruébalas y verás la de ideas que salen.
✍️ Cita del día: "Nacemos creadores. Trasladamos lo que aprendemos de la cabeza al corazón a través de las manos". Richard Rohr en Falling Upward.
Referencias 📚
Albert, R. S., & Runco, M. A. (1999). A history of research on creativity. In R. J. Sternberg (Ed.), Handbook of creativity (pp. 16–31). Cambridge University Press. https://psycnet.apa.org/record/1998-08125-002
Cyert, R. M., & March, J. G. (1963). A Behavioral Theory of the Firm. Englewood Cliffs, N.J : Prentice-Hall.
Gasset, J. o. Y. (2002). La deshumanización del arte: y otros ensayos de la estética.
Heath, D., & Heath, C. (2014). Decídete: Cómo tomar las mejores decisiones en la vida y el trabajo. Grupo Planeta Spain.
Kahneman, D., Knetsch, J. L., & Thaler, R. H. (1991). Anomalies: The Endowment Effect, Loss Aversion, and Status Quo Bias. The Journal Of Economic Perspectives, 5(1), 193-206. https://doi.org/10.1257/jep.5.1.193
Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. DEBATE.
Pritzker, S. R. (1999). Encyclopedia of Creativity. Elsevier.
Tatarkiewicz, W. (1980). Creativity: History of the Concept. En Springer eBooks (pp. 244-265). https://doi.org/10.1007/978-94-009-8805-7_9
Mucha información para digerir para los que nos gusta crear.
Gracias por esta propuesta!
Gran aporte y muy útil! He estado probando últimamente el estar contemplando las cosas, la vida misma, observar, dejar que la mente divague y la creatividad misma comienza a expresarse, a salir mejores ideas. Muchas gracias